El castillo de MEDELLÍNTrabajos realizados por alumnos de Tecnología de 3º de ESO del Colegio Claret de Don Benito Información obtenida de la página sobre Medellín de la Diputación de Badajoz. |
HISTORIAMedellín es una de las poblaciones extremeñas con mayor renombre y arraigo histórico. Se sitúa entre Don Benito y Mérida en la orilla izquierda del Guadiana, al pie de un cerro que emerge en la planicie dominando el entorno. En ese mismo punto se incorpora al Guadiana su afluente Ortigas, originando ambos cauces un amplio seno a cuyo propicio cobijo se acoge. Su localización al resguardo de la colina y a la orilla de los ríos confieren al enclave importancia estratégica muy destacada, permitiéndole controlar los itinerarios de la zona, cuyo trazado se canaliza obligadamente por el paso esencial que constituye el puente sobre el Guadiana. |
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La naturaleza crítica del asentamiento queda de manifiesto en la existencia en el mismo desde los tiempos más remotos de ocupantes de todo signo según atestiguan los abundantes restos celtas, tartesios, romanos, visigodos, árabes, etc., que proliferan en sus alrededores. Elementos consustanciales a Medellín, y por los que la localidad resulta caracterizada en particular, son el castillo y el puente. Junto con su calidad de patria de Hernán Cortés y su naturaleza como uno de los municipios romanos más tempranos y desarrollados de la Península, tales hitos constituyen los componentes esenciales del señero centro Otros aspectos, como el haber sido uno de los dominios del Señorío más acusado protagonismo y fuerte personalidad de sus titulares, en especial la aguerrida Condesa Doña Beatriz Pacheco, se suman a sus restantes contenidos históricos y artísticos para hacer de Medellín uno de los enclaves más significados y representativos de Extremadura. Cabe afirmar así que por su pasado, sus personajes, su papel en los acontecimientos regionales y nacionales y en la gesta americana, y también por los vestigios y creaciones materiales que patentizan su existencia y auge bajo los más variados ocupantes y culturas a partir de la época prehistórica, Medellín constituye uno de los pilares fundamentales de la región extremeña y lugar en el que se enraizan y encarnan sus peculiaridades más distintivas en todos los órdenes. En todo caso se trata de una de las colonias más tempranas de Extremadura y centro de gran esplendor, a la que su situación sobre las calzadas hacia Toledo conferían particular importancia. Fundamental a tal efecto era el puente erigido en ese punto para el servicio de los itinerarios imperiales. El suntuoso teatro emplazado en la falda del cerro y las potentes murallas que rodeaban la población, son las otras dos grandes realizaciones romanas de Medellín. La cerca defensiva fue remodelada posteriormente por árabes y cristianos, no quedando hoy de ella más que un torreón muy remodelado junto a la Puerta Coelli. La huella de la etapa visigoda queda patente, entre otros vestigios, en el rico ajuar funerario de la tumba del Turuñuelo, correspondiente al siglo VI. En 1243 Medellín fue ocupado a los musulmanes por el Maestre santiaguista Pedro Yáñez, quedando incluido en la jurisdicción de esta Orden. A mediados del siglo XIV la Villa aparece ya como cabeza de un importante Señorío en el que se incluían Don Benito, Guareña y otra decena de poblaciones; y a mediados del XV fue erigido en Condado en favor de Rodrigo de Portocarrero, casado con Doña Beatriz Pacheco, hija del Marqués de Villena, la cual asumió el poder a la muerte de su marido, tras encarcelar a su propio hijo, que era el heredero legítimo. De esta época data su participación como partidaria de la Beltraneja contra Isabel de Castilla, su derrota en la batalla de la Albuera de Mérida, y los posteriores arrasamientos y vicisitudes de la Villa. A partir del siglo XVI el núcleo inició un periodo de recuperación y engrandecimiento al que corresponde la mayor parte de las realizaciones que hoy conocemos. En la Guerra de la Independencia la población fue escenario de otra importante batalla, en la que los franceses culminaron la victoria ya alcanzada en Almaraz contra los españoles, aniquilando al general Cuesta.
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El castillo que domina el enclave fue
ya en época árabe un destacado bastión, desde el que los musulmanes hostigaban a los
cristianos. Esta fortificación primitiva fue destruida a mediados
del siglo XIV por Pedro I el Cruel, y reedificada poco
después por el titular del Señorío, Infante Don Sancho de Castilla, al que se
debe la formidable obra en piedra cuyos restos son los que hoy perduran. Consta de doble
perímetro amurallado con numerosos cubos y torreones de refuerzo, hermosas portadas y
patio de armas de dos ámbitos. Su soberbia silueta almenada coronando el cerro, resulta
visible desde la lejanía sobre todos los horizontes, ofreciendo una imagen evocadora del
antiguo esplendor y poderío del lugar. La población, en otro tiempo asentada sobre la falda de la colina, llegó a contar en el siglo XVI con cuatro parroquias. La más antigua, dedicada a Santa María del castillo, hoy desaparecida, se situaba en el interior de la fortaleza. Las otras tres, bajo distintas transformaciones, se erigen sobre la pendiente manteniéndose como hitos representativos del pasado de la Villa. Próximas al castillo, cubriendo parte del viejo teatro romano se alzan las de Santiago y San Martín. La primera, casi destruida durante la Guerra de la independencia, es obra originaria del siglo XIII, edificada en piedra, con torre a los pies. |
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Trabajos realizados por alumnos de 3º de ESO del colegio Claret sobre el castillo de Medellín: |