El pájaro mudo se compone de poemas que un doble impulso amoroso pone en marcha: al mundo físico (las estrellas, la arena, el mar...) y al humano (la religión, la mujer); un amor entendido como reconocimiento e identificación con el objeto amado. Según sus propias palabras, la obra "es la orilla al agua clamante de amor, es un acercamiento, con temor y amor de orilla, que lleva sus piedras aladas (recuerdos) al fluir perpetuo de lo presente.